FITOESTEROLES Y LA SALUD CARDIOVASCULAR
Los fitoesteroles se definen como metabolitos secundarios de las plantas, denominados como los esteroles vegetales, que, por sus funciones estructurales y biológicas, se consideran homólogos del colesterol. Se les han atribuido propiedades contra diversas afecciones de salud como enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer (1).
Una dieta rica en alimentos de origen vegetal está relacionada con menor riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (2), lo cual puede estar asociado a la presencia de los fitoesteroles. Éstos tienen un gran potencial en la gestión del riesgo cardiovascular (3), y con respecto a la prevención del cáncer, se ha afirmado que una dieta rica en fitoesteroles podría reducir el riesgo de cáncer hasta en un 20% (1).
Se obtienen de la dieta por medio de semillas, tallos, hojas y frutos, y por medio de alimentos enriquecidos como el pan, los cereales, las pastas, algunos productos lácteos, jugos de fruta y margarinas.
En IPF contamos con fitoesteroles en forma de polvo inodoro blanco o blanquecino extraído de aceites vegetales comestibles, a través de una serie de nuevas tecnologías basadas en la microencapsulación, prolongando su vida útil. Adicionalmente, se permite que el producto alcance una lenta liberación en el cuerpo humano durante el proceso de digestión.
Está compuesto de diferentes tipos de fitoesteroles como β-sitoesterol, stigmasterol, brassicasterol, campesterol, y sus aplicaciones son diversas: es soluble en agua fría, se puede utilizar en mezclas secas, bebidas sólidas, alimentos de panadería, salsas, batidos sustitutivos de comidas, barras energéticas, pastillas de caramelos, etc.
